En el antiguo testamento Dios llamó a Adán del seno de la tierra y lo modeló a su imagen y semejanza; luego llamó a Abraham para hacerlo Padre de una gran nación, ya desde entonces Dios se hace el encontradizo con hombres específicos, hecho que provocará la madurez de la fe. Más adelante la historia de la salvación nos mostrará cómo Dios se irá revelando poco a poco a la humanidad entera.
Primero a un hombre, luego a un pueblo, luego a personas concretas dentro de ese pueblo, estableciendo alianzas que pactaran su amor y fidelidad; en cada época los irá preparando por etapas hasta acoger la revelación plena que culminará en la persona y la misión del Verbo Encarnado, Jesucristo. “De una manera fragmentaria y de muchos modos habló Dios en el pasado, por medio de los profetas, hasta que en estos días que son los últimos, nos habló a nosotros por medio del Hijo, a quien hizo heredero de todo, ya que por él dispuso las edades del mundo. Heb. 1,1-2.
Cristo el verbo de Dios, nos revelará plenamente quién es Dios y abrirá la posibilidad de que todos los pueblos lo conozcan y participen de su Ser. “Sin embargo aunque la revelación esté acabada, no está completamente explicada; corresponde a la fe cristiana comprender gradualmente todo su contenido en el transcurso de los siglos”.
Esta tarea, la Iglesia, con los primeros discípulos de la Palabra revelada la entenderá “como el anuncio de la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma humanidad” (EN 18). Anuncio que será gradual y por etapas específicas que están vinculadas íntimamente entre sí. Propuestas por el mismo Cristo, según nos dice Mc. 16,15. “Anunciad, haced discípulos y enseñad” (Cfr. Mt. 28,19-20), “Sed testigos” (Hc. 1,8), “Bautizad” (Mt. 28,19), “haced esto en memoria mía” (Lc. 22,19), “Amaos los unos a otros” (Jn. 15,12). Todos estos aspectos son vías y medios para la transmisión del único Evangelio y constituyen los elementos de la Evangelización.
El decreto conciliar Ad Gentes nos clarifica este proceso, testimonio cristiano, diálogo y presencia de la caridad (nn 11-12), anuncio del Evangelio y llamada a la conversión (n.13), catecumenado e iniciación cristiana (n. 14), formación de la comunidad cristiana, por medio de los sacramentos, con sus ministerios (nn. 15-18). Este es el dinamismo de la implantación y edificación de la Iglesia(cfr. DGC no. 47).
Los momentos claves son:
Acción misionera | Acción catequético – Iniciatoria | Acción Pastoral | |
Para los no creyentes y para los que viven en la indiferencia. | Para los que optan por el Evangelio y para los que necesitan completar o reestructurar su iniciación | Cristianos ya maduros en el seno de la comunidad cristiana. | |
Etapas: | Kerigmática | Catequética | Misionera |
De acuerdo a las directrices que inspirados en nuestro plan Diocesano, como proceso de formación para nuestra Diócesis, presentamos este primer manual titulado “formación misionera” y lo ubicamos en la primera etapa, es decir queremos formar a nuestros agentes de pastoral con miras a una labor de anunciar el Evangelio y llamar a la conversión y para los interlocutores, corresponderá el libro “Queremos ver a Jesús” propuesto para el proceso evangelizador de adultos.
Este primer momento suscitará la conversión inicial, el llamado a la “Participación en la naturaleza divina” , Se pondrán las bases o fundamentos de toda la vida Cristiana.
De ahí que nuestro material de formación consiste en una formación integral tocando 3 dimensiones ligadas entre sí: el ser, su saber y su saber hacer. Se trata de que el evangelizador se conozca, conozca su realidad personal, social y eclesial, y al mismo tiempo tenga las herramientas básicas para transformarlas.
Nuestro material está compuesto de 7 capítulos, cada sesión se integra por 10 elementos:
a) Objetivo de la sesión
b) Ideas fuerza
c) Notas pedagógicas
d) Material
e) Oración – lectura bíblica
f) Introducción
g) Ver la realidad
h) Desarrollo
i) Aplicación
j) Oración Final
Algunas sugerencias pedagógicas complementarias para cada capítulo pueden ser:
a) Para la unidad 1 La Iglesia en Misión:
Debido a su carácter motivacional y de examinar la realidad donde nos encontramos; conviene que se complementen las sesiones 1 y 3 con la lectura de algunas revistas y del periódico de mayor circulación de nuestra región para constatar las situaciones que urgen iluminar con Cristo. O bien leer el apartado del marco de la realidad que presenta nuestro actual Plan Diocesano de Pastoral.
Así como para las sesiones 6 y 7 se puede entre visitar a algún misionero ad gente para contar su experiencia en campo misión, o bien proyectar la película de Mateo Richi o del P. Pro, visitar algún orfanatorio o cárcel.
b) Para la unidad 2 al hablar sobre el liderazgo cristiano, se puede presentar algún documental o película sobre el ministerio petrino de los beatos Juan XXIII o Juan Pablo II, para descubrir en ellos el carisma del que se valieron para guiar a la iglesia y al mundo entero, en momentos de crisis mundial.
c) Unidad 3, psicología del desarrollo humano:
Esta unidad siendo clave para la madurez del evangelizador conviene, en la medida de lo posible, invitar al psicólogo o terapeuta que sea competente, maneje los test propuestos.
d) Unidad 4 Pastoral y Nueva Evangelización, En esta sección se puede proyectar el discurso de apertura de S.S. Benedicto XVI, al inicio de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Aparecida, Brasil, o bien, el Sr. Cura o algún sacerdote invitado puede compartir su experiencia vocacional y pastoral; también se pueden conocer algunos medios escritos o de difusión masiva visual que existan en la diócesis para evangelizar.
e) Capítulo 5, Pedagogía catequética: Invitar a algún pedagogo para compartir la importancia pedagógica en la enseñanza, puede ser también alguna religiosa involucrada en el campo de la enseñanza o de la catequesis.
f) Capítulo 7, el discípulo misionero a la escucha de Dios, siendo un capítulo para desarrollar el diálogo con Dios, y la lectura orante de la Palabra de Dios, conviene que en alguna sesión se tenga la oportunidad de exponer el Santísimo, fijar alguna fecha para algún retiro, o bien, ir a algún lugar tranquilo (al campo, cerca de algún lago, etc.) fuera de la parroquia para contemplar la naturaleza, visitar alguna casa de retiro, el seminario, algún convento, en el que puedan tener alguna experiencia de oración fuerte.
g) Capítulo 8, Celebrando la Misericordia del Padre, en esta última sesión corresponde a la vivencia kerigmática de nuestros agentes evangelizadores, por ello como fruto de toda la unidad y volviendo a revisar el capítulo 1, se recomienda aterrizar toda la preparación asumiendo algún compromiso alcanzable de carácter social, ya sea el resolver como grupo algún problema social, o hacer un proyecto de cómo destruir un pecado social que esté afectando a la comunidad parroquial, o bien, visitar a alguien que esté padeciendo las consecuencias de los problemas sociales como la violencia, el secuestro, las drogas, el alcoholismo, la violencia intrafamiliar, etc.
Por otra parte, para continuar la preparación del segundo nivel que es la parte catequética, actualmente estamos elaborando las herramientas que acompañarán a nuestros agentes durante esta parte del proceso, sin embargo, el proceso nacional de Evangelización de adultos ya ha elaborado el material para acompañar a los interlocutores, se trata de la serie de libros titulados “¿Maestro donde vives?” integrado por 5 libros. Por último, los materiales que corresponden a la última etapa de nuestro camino de formación, están a un por elaborarse, tanto para el acompañamiento formativo de los evangelizadores como para los evangelizados.
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